Una Analogía hermosa: tu nombre en lugar de "Juan" y ejecutar en vez de "volar". Escrita por un descendiente de Johann Sebastian Bach, para todos los ejecutantes:
"Empezarás a palpar el cielo, (Tu nombre),
en el momento en que palpes la perfecta velocidad.
Y ésta no es (ejecutar) a mil kilómetros por hora,
ni a un millón, ni a la velocidad de la luz.
Porque cualquier número es ya un límite
y la perfección no tiene límites.
La perfecta velocidad es estar allí."
Richard Bach. De Juan Salvador Gaviota
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